Vida inspirada e inspiradora ...

Más allá de las palabras, en el silencio, nos encontramos con Aquél que nos hizo por amor.
En Él nos reencontramos a nosotros mismos y a todos los que amamos.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Manuel Lozano Garrido -LOLO




Diario de un enfermo

Enfermos misioneros, septiembre, 1960, nº 52

ANIVERSARIO
Día 24.-
Dentro de unos días entro en el diecinueve año de enfermedad.  Apenas dos más, y mi vida estará deslindada, mitad en salud y la otra por ese mundo tan distinto que se arracima al pie de una cruz.  Si en la mayoría de edad se cuaja un hombre, mis dieciocho años de inutilidad autorizan también a una patente de madurez en el sufrimiento.  Al cabo de los años, el dolor y la anquilosis han fraguado duramente, como si fuera una arboladura de cemento.  Y, sin embargo, en la adversidad es un mundo de sensaciones sorprendentes el que se crece en cada oportunidad, como esas lentes del caleidoscopio que nunca repiten la figura. De aquí que, con la mayoría, tenga que confesar a la vez mi ignorancia y mi leve parvuleo en el misterio del dolor.
La composición de lugar de mi vida podría ser ésta:
Sentad a un hombre en rigurosa postura de 4 (cuatro). Las manos le quedarán ligeramente reposadas sobre las piernas, con los dedos encogidos, como el que retiene una moneda.  La cabeza, inclinada. Y ya así, de pronto, golpeadle con fuerza sobre los hombros.  Cuando se haya encogido, dejadle así bien quieto, maduradle en piedra las articulaciones y derramad sobre el cabello los seis mil y pido días de dieciocho años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario