Vida inspirada e inspiradora ...

Más allá de las palabras, en el silencio, nos encontramos con Aquél que nos hizo por amor.
En Él nos reencontramos a nosotros mismos y a todos los que amamos.

domingo, 23 de febrero de 2014

"Tengo fe, pero dudo, ayudame a creer"





"Lo vi de verdad: Dios hace todas las cosas, por muy pequeñas que sean. Nada llega por suerte o azar, sino que todo es ordenado por la sabiduría previsora de Dios. Si el hombre ve en lo que ocurre la casualidad o el azar, es a causa de nuestra ceguera o vista corta. Estas cosas que Dios, en su sabiduría, previó de toda eternidad y que conduce sin cesar perfectamente y gloriosamente hasta su mejor fin, nos sobrevienen de improviso, y decimos en nuestra ceguera o con nuestra corta vista que es cosa del azar o accidente.

Pero no es así a los ojos de Dios. Debemos pues reconocer que todo lo que fue hecho está bien hecho, ya que es Dios quien lo hace todo… Más tarde, Dios me mostró el pecado en su desnudez, así como el modo en el que reparte su misericordia y su gracia…

Perfectamente vi que Dios jamás cambia sus intenciones sean las que sean y que jamás las cambiará en toda la eternidad. Hay sólo, en su disposición perfecta de las cosas, conozca toda eternidad… No falta nada en esta disposición perfecta, porque lo creó todo en la plenitud de su bondad. Por eso la santa Trinidad santa está siempre plenamente satisfecha de sus obras. Dios me lo mostró para mi felicidad: "¡Mira, soy Dios, mira! Estoy en todas las cosas. ¡Mira! ¡Lo he hecho todo! ¡Mira! Jamás retiro mi mano de mis obras, y jamás la retiraré por los siglos de los siglos. ¡Mira! Conduzco todas las cosas al fin que les asigné desde toda eternidad, con la misma fuerza, la misma sabiduría, el mismo amor que cuando te creé. ¿Qué podría convertirse en mal?"

Juliana de Norwich (1342-1416)
Revelaciones de amor divino, cap. 11

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