Vida inspirada e inspiradora ...

Más allá de las palabras, en el silencio, nos encontramos con Aquél que nos hizo por amor.
En Él nos reencontramos a nosotros mismos y a todos los que amamos.

sábado, 16 de febrero de 2013

Me has liberado, Señor

Hay textos que cuando se usan a menudo nos acostumbramos a ellos y ya nos dicen poco. Deja que estas palabras de san Agustín resuenen en tu memoria y en tu corazón:
" ... curaste mi ceguera... y ahora, te anhelo".


“Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera;
brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo;
gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste, y deseé con ansia la paz que precede de ti”
(Confesiones San Agustín)

No hay comentarios:

Publicar un comentario