Querido Papa, queridísimo Padre. Sabemos de tu amor por nosotros, de ese amor hasta el extremo que hace que ni un minuto de tu vida sea desperdiciado, siempre a favor nuestro.
Tú eres para mí ese amigo íntimo de Dios, esa cara que nos recuerda la bondad de nuestro Padre del cielo.
Te quiero mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario