Vida inspirada e inspiradora ...

Más allá de las palabras, en el silencio, nos encontramos con Aquél que nos hizo por amor.
En Él nos reencontramos a nosotros mismos y a todos los que amamos.

lunes, 8 de octubre de 2012

UN DOCTOR PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN




San Juan de Ávila, nuevo doctor de la Iglesia.

En 1526, un hombre encontró el Amor de su vida. Como todo amor verdadero, fue un amor contagioso. Ardió su corazón de tal manera que ya no pudo sino salir a los caminos a contarle a todo el mundo su aventura. Casi quinientos años después, este enamorado se doctora. Este domingo, el Papa lo proclamará Doctor de la Iglesia universal. A las puertas del Año de la fe y en el pórtico mismo del Sínodo sobre la nueva evangelización, san Juan de Ávila entra en la Historia

Pero, ¿qué puede decirnos un hombre del siglo XVI a quienes vivimos en el siglo XXI? ¿Qué sentido tiene que irrumpa en nuestro presente este personaje? ...

... lo tenía todo y lo dejó todo (por Amor). Desprendido, generoso, entusiasta, rezaba, celebraba los sacramentos, tocaba el corazón de los hombres cuando hablaba, escribía con sencillez y profundidad y sentaba a comer a su mesa a los más necesitados: predicaba y daba trigo. Un Maestro que supo (y que sabe) suscitar el entusiasmo por el Evangelio y la búsqueda de la vida santa, que entregó su vida a la oración, el estudio y la predicación.

Su originalidad se halla, entre otros aspectos, en su constante referencia a la Sagrada Escritura y en la firmeza para los contenidos de la fe:" La verdad no se ha de callar, y débese decir con mucha afirmación, diciendo que, aunque el ángel del cielo otra cosa evangelizare, no debe ser creído".

El Doctorado es una ocasión privilegiada para, en palabras del Papa, volver los ojos a él, a lo mejor de nuestras raíces, recordando con gratitud que el renacimiento del catolicismo en la época moderna ocurrió, sobre todo, gracias a España y a figuras tan relevantes como la de san Juan de Ávila....

... Es una mirada cargada de futuro, fuerte, ancha como el horizonte vital de san Juan de Ávila. Por el hecho de acoger y valorar su modelo de santidad, nos abrimos precisamente a las nuevas gracias que el Señor repartirá generosamente en el proceso de la nueva evangelización a que el propio Maestro nos impulsa. Su Doctorado nos obliga a conocer mejor su vida, a leer sus obras, a recibir con apertura su herencia, a ponerla en práctica, y a dar testimonio de su figura y su doctrina como propuesta de renovación para un mundo que vive como si Dios no existiera.

Conociéndole a fondo, podremos seguirle y hacer que otros le sigan en Twitter(@sjuandeavila_d); podremos colgar sus frases más célebres en el tablón parroquial y compartirlas en el muro de Facebook. Y podemos, sobre todo, recorrer de su mano el camino de la fe, con nuevo ardor, con nuevo impulso, con la mirada puesta en Cristo crucificado y las rodillas hincadas ante el sagrario, que ése es, según él mismo confesaba, el modo en que se ganan las almas para el Señor. Así es como se libra y se gana la pacífica batalla del Amor, porque «el que se arma con la fe viva está fuerte para resistir» y está preparado para que todos, todos sin exclusión alguna, sepan que nuestro Dios es Amor.

Isidro Catela Marcos
Director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española, 
miembro de la Junta San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia
Publicado en Alfa y Omega

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