“El hecho más importante y transcendente de la historia es
que Dios se hizo hombre para salvar y transformar al hombre; todos los demás
misterios de nuestra fe derivan de este gran Misterio de la Encarnación.
Nuestra visión de Dios, del mundo y de nosotros mismos sería
totalmente distinta si tuviéramos presente, en toda ocasión, esta verdad nunca
suficientemente meditada: que Dios también es hombre, que Dios es humano, que
Dios se hizo verdaderamente “uno de los nuestros”
Conc. Vat. II
No hay comentarios:
Publicar un comentario