Hola amigo:
Te presento el testimonio de un gran hombre al que todos
debemos gratitud.Nunca la ciencia ha sido incompatible con la fe.
Louis
Pasteur (1822-1895), químico:
“Un joven universitario
viajaba
en el mismo
asiento del transporte con un venerable anciano que
iba rezando su rosario. El
joven se atrevió a decirle: “Por qué en
vez
de rezar el rosario no se dedica a
aprender e instruirse un poco
más? Yo le puedo enviar algún libro para que se
instruya” El
anciano le dijo: “Le agradecería que me enviara el libro a esta
dirección” y le entregó su tarjeta. En la tarjeta decía: Louis
Pasteur,
instituto de Ciencias de París. El universitario se quedó
avergonzado. Había
pretendido darle consejos al más famoso
sabio
de su tiempo, el inventor de las
vacunas, estimado en todo el
mundo y devoto del rosario”.
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