Vida inspirada e inspiradora ...

Más allá de las palabras, en el silencio, nos encontramos con Aquél que nos hizo por amor.
En Él nos reencontramos a nosotros mismos y a todos los que amamos.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

A la muerte de una amiga




Ayer murió mi amiga y cuando lo supe sólo se me ocurrió el texto de san Agustín que me parecía estar diciendo ella a todos nosotros.
Su vida fue de una belleza extraordinaria, de entrega total a su Amor.
 Hoy ya goza de esos campos eternos que tanto amaba en esta vida.
¡Amiga, ruega por nosotros!


No llores si me amas

¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudieras oir el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos!

¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso!

¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo, la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!

¡Cómo!¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras y no teresignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?

Creedme:cuando la muerte venga a romper las ligaduras, como ha roto las que amí me encadenaban, y cuando un día, que Dios ha fijado y conoce, tualma venga a este Cielo en que te ha precedido la mía, ese día volverása ver a aquella que te amaba y que siempre te ama, y encontrarás tucorazón con todas sus ternuras purificadas.

Volverás a verme,pero transfigurado, extático y feliz, no ya esperando la muerte, sinoavanzando contigo, que me llevarás de la mano por los senderos nuevosde la luz y de la vida, bebiendo con embriaguez a los pies de Dios unnéctar del cual nadie se saciará jamás.

Enjuga tu llanto y no llores si me amas. (San Agustín)

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