Vida inspirada e inspiradora ...

Más allá de las palabras, en el silencio, nos encontramos con Aquél que nos hizo por amor.
En Él nos reencontramos a nosotros mismos y a todos los que amamos.

lunes, 16 de marzo de 2015

Un resultado totalmente inesperado... Al estilo de Dios.

   La Santa Misa en la clínica de abortos que lo cambió todo

Cómo se libró una batalla entre las fuerzas del bien y el mal en una plaza ordinaria de Londres y la sorprendente declaración de victoria al final de la lucha. Los miembros británicos de ‘40 días por la Vida’ rezan de rodillas. Los miembros de ‘Un Rosario por Chile’, cientos, en el país sudamericano más austral del mundo, se coordinan por WhatsApp a las 19 horas, para su Rosario por la Vida.




(Portaluz) No son masas que hagan saltar el corazón de políticos que desearan sus votos, no ofrecen cuñas de corta vida a los sicarios de la comunicación, tampoco se plantean reaccionarios contra el sistema destruyéndolo todo a su paso.

Por el contrario… desde Londres a Chile, desde Australia a Estados Unidos, una misma opción para defender la vida e invitar a la conversión: Oración (en particular el rezo del rosario), ofrecer sacrificios y Eucaristía son sus armas para defender la vida, para amar en definitiva. Y tienen éxito, perdurable en el tiempo.

He aquí el testimonio del periodista K.V. Turley,publicado por Catholic World Report quien pudo comprobarlo…

Temprano una mañana de domingo, después de haber pasado por las calles silenciosas de Londres, llegué a una plaza desierta llena de sol. El edificio que estaba buscando quedó a la vista. Su estructura era imponente, estaba vacío, abandonado, con un gran signo advirtiendo Do Not Enter. No había nada para sugerir lo que fue alguna vez; tampoco evidencias de lo había ocurrido aquí. Y, sin embargo, hace tres años este rincón de Londres fue el escenario de una batalla, aunque invisible, entre las fuerzas de este mundo y las de otro, y con un resultado totalmente inesperado.

La historia que está a punto de leer mantiene, por razones legales, anónimos algunos personajes. Las fechas son las reales; también el lugar; los nombres de quienes lucharon, por ahora debo silenciarlos.

En las primeras horas del miércoles de Ceniza de 2011, un puñado de personas se dirigieron a una de las muchas plazas georgianas de Londres. Su única característica de identificación era una pancarta llevada por uno de ellos con la insignia del movimiento 40 Días por la Vida (que hoy tiene su réplica en decenas de países de todo el mundo… gracias a Dios) y un versículo bíblico: …antes que te formase en el vientre de tu madre. Ellos tomaron posiciones en la parte noroeste de la plaza, directamente frente a la fachada de una de las edificaciones. Y, al hacerlo, la batalla había comenzado.

Al principio, el grupo pequeño despertó poco interés. Los peatones pasaban cerca, ajenos. Quienes llegaban al edificio, enfrente, no se percataron de ellos, pues estaban ocupados, muy ocupados, ya que cada día un rastro de mujeres en su mayoría jóvenes, furtivamente llegaba hasta la puerta que se abría y detrás de la cual desaparecían. Sin embargo, este no era un edificio común, ni era cualquier negocio el que allí se desarrollaba. Realmente no eran muchas las señales que advirtieran lo que ocurría allí, pero ello no detenía la marea de mujeres jóvenes que a diario venían para intentar lavarse en este rincón. Pero este no era un refugio seguro sino el lugar del naufragio emocional, de un desastre inimaginable para estas mujeres que estaban ingresando… a una clínica de abortos.

La oración continuaba en el exterior, y lo haría durante toda la Cuaresma. Desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche. Poco a poco, la gente empezó a reconocer esta presencia. Comenzaron los comentarios, pocos fueron positivos, la mayoría eran hostiles, algunos incluso eran amenazantes. Desde el interior de la clínica de abortos comenzaron a mirar a través de sus ventanas a quienes estaban fuera, y cuando lo hicieron pudieron comprender lo que estaba ocurriendo. La policía fue llamada. Ellos vinieron y cuestionaron a estos cuyo único crimen parecía ser estar rezando al aire libre de una calle de Londres. Los orantes fueron advertidos de las posibles consecuencias que podría tomar la policía, con la esperanza de que se decidieran a salir o al menos permanecer tan inactivos como fuere posible.

La vigilia se mantuvo. Habían llegado para 40 días y se quedaría por 40 días. Más tarde, algunos dirían que esta experiencia en la plaza les recordaba el Camino de la Cruz, un Londres de Calvario, tal eran las vociferaciones y el desprecio que les mostraron. Pero por ahora, continuaron orando y la vista fija en la Clínica de abortos.

Luego grupos diametralmente opuestos a quien los defensores de la vida representan tomaron nota. A su debido tiempo, comenzaron a mostrarse: parecía sólo curiosidad al principio, pero pronto expresaron su enojo, con insultos y orquestando el descrédito. Circulaban comentarios de lo que estaba sucediendo en la plaza, azuzados por la aparición de artículos en los periódicos que criticaban estas vigilias que ocurrían en las calles británicas y que fuera de una clínica de abortos era percibido como particularmente provocativo.

Las contra-manifestaciones se hicieron más grandes. La reunión de mafiosos atraía rápidamente a otros peatones que se acercaban a los orantes simplemente para hacerles muecas grotescas y burlarse.

Dios te Salve María… se escuchaba como única respuesta, en un susurro que se elevaba, poderoso, por sobre todo otro sonido.

Y entonces la ira se volvió furia. Ya no lanzaban sólo insultos, sino orina y excrementos, enervando su discurso hasta lo blasfemo. Tal como era de esperar, los símbolos satánicos comenzaron a aparecer en los muros de las calles cercanas. El asalto físico no se haría esperar, como bizarra expresión. Sin errar, cual pilotos kamikaze de los últimos días, una panda de ciclistas regularmente se precipitaban sobre la vigilia de oración, apisonando la bandera y a quienes rezaban a su alrededor.

Más policías llegaron. La vigilia, vista por los medios de comunicación como la fuente de los disturbios, alimentaba debates y era denostada en la radio nacional. Sin embargo, ante el rostro de esta acción de odio, las velas seguían ardiendo en la plaza y los que habían venido a dar testimonio se mantuvieron firmes.

Maravillas sucedieron. Una joven mujer pasó junto a la vigilia y subió los escalones para ingresar en el centro de abortos. Pero se detuvo, giró sobre sí, se sentó y, tomándose la cabeza entre las manos, se puso a llorar. Luego hablaría con quienes rezaban… para descender de aquellos escalones y nunca subirlos de nuevo. Otras mujeres jóvenes comenzaron también a pedir conversar con quienes estaban en la vigilia. Algunas regresaron de vuelta por donde habían venido; otras fueron enviadas a un centro cercano de asesoramiento en embarazo complejo ( Good Counsel Network ), donde recibieron ayuda social, psico-emocional y espiritual en su nueva vida de bienvenida al mundo. No es impensable que algún día algunos de estos niños salvados de la muerte pasen por esa misma plaza, tal vez inconsciente del drama que allí ocurrió, donde su propia existencia estuvo en juego.

Esta acción de amor supremo por la vida humana pasó a través del viento y la lluvia, la desaprobación oficial y el escarnio público. Entonces la Pascua llegó, y con ella la vigilia cesó.

Sin embargo, se fueron sólo para volver la siguiente Cuaresma, para encontrarse con más de lo mismo. Mofándose y burlándose, la oposición fue implacable, pero también lo era el goteo de las mujeres embarazadas que dio la vuelta. Y así, con cada día que pasó, la vigilia oró más intensamente que nunca; una súplica dirigida al edificio de enfrente, por los corazones y las mentes de quienes asesinaban vidas allí, y por aquellas que se acercaron a sus salas de consulta.

En la Cuaresma de 2013, cerca del final de la vigilia de ese año, una de las trabajadoras surgió del interior de la clínica de abortos y se acercó a quienes rezaban. Aquellos que estaban de rodillas esperaron por los insultos. No ocurrió así. En cambio, la mujer hizo una pausa, y luego, mirando a la cara a los de delante de ella, dijo: Tus oraciones están trabajando. Las chicas no están haciendo citas. Luego, se volvió y se alejó.

Más tarde, ese mismo año, los abortos cesaron en esa instalación. Poco después, todo el lugar fue cerrado. Entonces, el pequeño grupo que había estado presente enrolló su bandera y en forma anónima, tal como habían llegado, en silencio, se fueron.

Pero eso no iba a ser el final, no del todo. Algo aún más notable iba a suceder.

Al año siguiente, el 26 de abril, en la festividad de Nuestra Señora del Buen Consejo, otro grupo acompañado por un sacerdote fue visto en la plaza. Se aproximaron hasta la puerta de la antigua clínica de abortos, la abrieron, subieron los escalones y entraron. El lugar, aunque en gran parte en ruinas, todavía tenía algunos restos de su antiguo comercio de muerte. El sacerdote puso una alba tela sobre una de las mesas que estaban al fondo, luego encendió velas y situó un crucifijo… patena con hostias, cáliz, vinajeras con agua y vino.

Durante el apogeo de la manifestación en contra, uno de los gritos que resonaron alrededor de la plaza había sido: Mi cuerpo, mi elección.

Ahora, mientras la luz de las velas parpadeaba en las paredes desnudas y los presentes inclinaban sus cabezas en oración, la palabras que iban a terminar definitivamente todo lo que había ocurrido en ese lugar, fueron finalmente pronunciadas:

Este es mi Cuerpo...

Y EL VERBO SE HIZO CARNE.

De Infocatólica.

jueves, 12 de marzo de 2015

“Todo reino divido va a la ruina.”



"Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por madre... El Señor nos lo advierte cuando dice: “Quien no está conmigo está contra mí, quien no recoge conmigo, desparrama.” El que rompe la paz y la concordia de Cristo actúa contra Cristo. El que recoge fuera de la Iglesia, desparrama la Iglesia de Cristo.

El Señor dice: “El Padre y yo somos uno.” (Jn 10,30) Está escrito, a propósito del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo: “...los tres están de acuerdo.” (cf 1Jn 5,7) ¿Quién, a partir de aquí, creerá que la unidad que tiene su origen en esta armonía divina, pueda ser rota en pedazos en la Iglesia...por conflictos de la voluntad? El que no observa esta unidad no observa la ley de Dios ni la fe en el Padre ni en el Hijo; no obtendrá ni la vida ni la salvación.

Este sacramento de la unidad, este lazo de concordia en una cohesión indisoluble se nos muestra en el evangelio por la túnica del Señor. No puede ser dividida ni rota, sino que echarán la suerte para saber a quién le toca revestirse de Cristo. (cf Jn 19,24)... Es el símbolo de la unidad que viene de arriba".

San Cipriano (c. 200-258), obispo de Cartago y mártir
De la unidad de la Iglesia

martes, 10 de marzo de 2015

Cuando se vuelve difícil volar.


                                                      La renovación del águila.




‘El águila es una de las aves de mayor longevidad. Llega a vivir setenta años. Pero para llegar a esa edad, en su cuarta década tiene que tomar una seria y difícil decisión.


A los cuarenta años, sus uñas se vuelven tan largas y flexibles que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta. El pico, alargado y en punta, se curva demasiado y ya no le sirve. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas en función del gran tamaño de sus plumas, y para entonces, volar se vuelve muy difícil. En ese momento, sólo tiene dos alternativas: abandonarse y morir, o enfrentarse a un doloroso proceso de renovación que le llevará aproximadamente ciento cincuenta días.


Ese proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y recogerse en un nido próximo a un paredón donde no necesita volar y se siente más protegida. Entonces, una vez encontrado el lugar adecuado, el águila comienza a golpear la roca con el pico hasta arrancarlo. Luego espera que le nazca un nuevo pico con el cual podrá arrancar sus viejas uñas inservibles. Cuando las nuevas uñas comienzan a crecer, ella desprende una a una sus viejas y sobrecrecidas plumas.


Y después de todos esos largos y dolorosos cinco meses de heridas, cicatrizaciones y crecimiento, logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros treinta años más.’


jueves, 26 de febrero de 2015

“Pedid y se os dará ”



"Esfuérzate por complacer a Dios, espérale interiormente sin cansarte, búscale a la medida de tus pensamientos, violenta tu voluntad y sus decisiones, fuérzalas para que tiendan continuamente hacia él. Y verás como él viene cerca de ti y establece en ti su morada (Jn 14,23)... Y él está allí, observando tus razonamientos, tus pensamientos, tus reflexiones, examinando cómo le buscas: si es con toda tu alma, o bien floja y negligentemente. Y cuando verá que lo buscas con ardor enseguida se te manifestará, se te aparecerá, te concederá su auxilio, te concederá la victoria y te librará de tus enemigos.

En efecto, cuando habrá visto cómo le buscas, cómo pones en él continuamente tu esperanza, entonces verás como te instruye, te enseña la verdadera oración y te da la caridad verdadera que es él mismo. Entonces él lo será todo para ti: paraíso, árbol de la vida, perla preciosa, corona, arquitecto, agricultor, un ser sometido al sufrimiento pero que no queda afectado por él, hombre, Dios, vino, agua viva, oveja, esposo, combatiente, armadura, Cristo “todo en todos” (1C 15,28).

Igual que un niño no puede ni alimentarse ni cuidarse solo, sino que no puede hacer otra cosa que mirar, llorando, a su madre hasta que ésta movida por la compasión se cuida de él, así mismo las almas creyentes lo esperan todo de Cristo y le atribuyen todo lo que es justo. Igual que el sarmiento se seca si se separa de la vid (Jn 15,6), así le pasa a quien quiere ser justo sin Cristo. De la misma manera que “es un ladrón y bandido el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas sino que salta por otra parte” (Jn 10,1), así es el que quiere llegar a ser justo sin aquél que justifica".

San Macario de Egipto (?-390), monje
Homilías espirituales nº 30, 3-4

martes, 17 de febrero de 2015

"¿Todavía no comprendéis?"



"Padre, todopoderoso, a ti dedico las energías principales y quehaceres mayores de mi vida. Que todas mis palabras y pensamientos estén ocupados en ti. Siendo pobres, te pedimos lo que nos falta. Con gran esfuerzo para escrutar las palabras de tus profetas y de tus apóstoles, llamaremos a todas la puertas cerradas del saber para que se nos abran.

Pero eres Tú quien tienes que acceder a nuestra petición, darnos lo que te pedimos, abrir la puerta cerrada. En efecto, vivimos en una especie de sopor a causa de nuestra naturaleza. Somos incapaces de comprender tus misterios a causa de la ignorancia invencible de nuestra debilidad espiritual.

Pero el ansia por tus enseñanzas fortalece nuestra percepción de la ciencia divina y la obediencia de la fe nos levanta más allá de nuestra capacidad natural de conocer. Esperamos, pues, que Tú estimules los inicios de esta difícil empresa, que la fortalezcas en su crecimiento, que nos llames a participar del espíritu de los profetas y apóstoles. Queremos comprender sus palabras en el sentido en que fueron pronunciadas y emplear los términos exactos para reproducir fielmente las realidades que ellos expresaron. Concédenos, pues, el sentido exacto de las palabras, la luz de la inteligencia, la nobleza del lenguaje y la fe recta. Concédenos que decir lo que creemos".

San Hilario (c. 315-367), obispo de Poitiers y doctor de la Iglesia
Tratado sobre la Trinidad, 37-38

miércoles, 21 de enero de 2015

La verdadera Paz, que no vendrá por acuerdos internacionales...


...(ni tampoco podrán quitárnosla por ellos)




Qué es la “verdadera” paz? Tranquilidad en el orden. ¿Y qué más? Saber que la voluntad de Dios no se doblega, El es rey soberano, y así siempre podemos decir que, finalmente, como repite una bella poesía navideña, “todo está bien”.

Hay una diferencia sustancial entre tener “sangre de pato” (ya sea por no entender nada de lo que sucede, o por tener un corazón de piedra), y la gracia de buscar la conformidad con la voluntad de Dios, porque éste es, en definitiva, el núcleo precioso y raíz tanto de la paz como de la santidad.

Muchos se precipitan y angustian por la enormidad de noticias que recibimos del mundo y especialmente de la Iglesia, creciendo los escándalos y apostasía, asombrándonos de la capacidad y vitalidad de los hijos de las tinieblas, y la primera tentación que asoma es la desesperanza cuando se mira todo apresuradamente (¡porque no podemos dejar de correr!).

En otras ocasiones, no se concibe que hasta los propios fieles -quien más nos quiere, en nuestra propia familia natural o religiosa- puedan ser instrumentos de prueba para sus hermanos, causando su confusión o incluso persecución.

Y sin embargo, por más que se ame con todo el corazón a nuestra Iglesia, por más que se quiera dar todo por ella (“siento la vocación de apóstol, guerrero, mártir”, decía Sta. Teresita, que resumió todo en la caridad del Carmelo), si descuidamos elcombate supremo –en el fondo de nuestra alma, con nuestra propia y débil voluntad y amor propio- todo se derrumba como castillo de naipes, haciéndonos desfallecer. Allí es donde se nubla la vista y se entorpece la marcha: cuando llega la estocada de donde menos se espera, y por eso “bajamos la guardia", y nos perturbamos.

Así lo expresa magníficamente Sta. Catalina de Siena (Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, 1980) -penúltima hija de una prole de 25 hijos, dicho sea de paso-:

“…¡La doctrina de la Verdad! Das tanta fortaleza al alma revestida de ti, que nada viene a menos ni por la adversidad ni por el sufrimiento, sino que en todo combate obtiene la victoria. Es fuerte mientras te sigue a ti, que has venido de la suma Fortaleza.

Para nada le valdría tu fortaleza al alma si ella no te sigue. Miserable de mí, que nunca te he seguido a ti, verdadera Doctrina. Por eso me encuentro tan débil, que desfallezco ante la menor tribulación…”

Por eso nos son tan consoladoras las palabras que a ella misma le (nos) dirige Dios Padre, advirtiéndole que los mundanos dan gloria y alabanza a Dios, lo quieran o no:


“Lo quiera el mundo o no, ellos me dan gloria. Ciertamente que no me la dan grande como deberían, amándome sobre todas las cosas, pero por mi parte, yo recibo de su gloria y alabanza lo que en ellos brilla de mi misericordia y de la abundancia de mi caridad, pues les concedo tiempo y no mando a la tierra que los trague, sino que espero y ordeno que la tierra les dé sus frutos, el sol, que les caliente, la luz y el calor, y que el cielo se siga moviendo. En todas las cosas creadas, hechas para vosotros, ejercito mi misericordia y caridad, no privándoles de ellas por sus pecados, sino que tanto doy al pecador como al justo. Muchas veces doy más al pecador, porque los justos se hallan más dispuestos a sufrir, y les quito los bienes de la tierra para darles con más abundancia los del cielo.

De este modo brillan en ellos mi misericordia y mi caridad; unas veces en las persecuciones que los servidores del mundo les procuran, dándoles ocasión para ejercitar en ellos las virtudes de la paciencia y la caridad.Cuando un servidor mío sufre, ofrece oraciones humildes y continuas, y con ello me da gloria y alaba mi nombre. Por eso, lo quiera o no el malvado, aunque su móvil sea más bien injuriarme, me da gloria, por el modo de reaccionar de mis servidores…”

Esto es lo que no podemos perder de vista hasta en las más pesadas y duras tribulaciones:

“Los malos se hallan en esta vida para aumentar la virtud de mis servidores, al modo que los demonioas están en el infierno como verdugos e instrumentos míos, ejercitando la justicia con los condenados y como estímulo para todas las criaturas que andan y peregrinan por esta vida, que están hechas para unirse a mí, su fin. Ellos hacen crecer a mis servidores ejercitándolos en la virtud con muchos trabajos y tentaciones de diversos modos: haciendo que se injurien unos a otros, se roben mutuamente y también se los priva de la caridad. Creyendo perjudicarles con ello, los hacen fuertes y hacen que en ellos se manifiesten las virtudes de la paciencia, fortaleza y perseverancia.

De ese modo dan gloria y alabada a mi nombre y se cumple mi verdad en los que creé para gloria y alabanza de mí, Padre eterno. Al rebelarse los demonios contra mí por la soberbia, cayeron y fueron privados de mi visión. No me dan gloria en dilección de amor; pero yo, Verdad eterna, los he destinado a ser instrumento para ejercitar a mis servidores en la virtud y como verdugos de los que por sus pecados van a la eterna condenación. Ves, pues, que mi Verdad se realiza en ellos, es decir que me dan gloria no como ciudadanos de la vida eterna, pues se hallan privados de ella por sus pecados, sino como ejecutores de la justicia..”.

¿Significa esto que hay que bajar los brazos resignados, y renunciar a combatir el error o el pecado, o a la corrección fraterna? Todo lo contrario, porque en unión con la voluntad de Dios, no hay sino el querer que todos lo conozcan, y El es la Verdad.

Por eso implora Sta. Catalina a Dios en una oración que hacemos nuestra:

“Te suplico, pues, que infundas en el espíritu de tus servidores deseos anhelantes y encendidos de la reforma de tu esposa. Hazles clamar con oración continuada. Escucha su clamor. Conserva y aumenta la buena voluntad de tu vicario; que en él se lleve a cabo la perfección que Tú exiges. Te pido lo mismo por todos los seres racionales y de modo especial por los que has cargado sobre mis espaldas. No quiero que mis pecados les estorben, pues siempre he seguido las perversas inclinaciones. Deseo y te ruego que te sigan con perfección para que las oraciones que hacen, y deben hacer por todo el mundo y por la santa Iglesia, merezcan ser oídas.

Oh, excelentísimo Remediador! Danos, pues, de estos “cristos” que continuamente viven en vigilias, lágrimas y oraciones por la salvación del mundo (…) Ah, Padre eterno! Concédenos que no seamos ignorantes, ciegos, fríos ni de vista tan entenebrecida, que no nos veamos a nosotros mismo sin darnos a conocer tu voluntad.(…)

Por tanto, no sigas durmiendo, alma mía miserable, pues ya has dormido toda tu vida, ¡Oh Amor inestimable” La pena corporal de tus servidores valdrá en virtud del santo deseo de sus almas y ese deseo valdrá en virtud de tu caridad. Oh, miserable alma mía, que no abrazas la luz sino las tinieblas! Levántate de ellas, despiértate a ti misma; abre los ojos del entendimiento y mira el abismo en el abismo de la caridad divina, porque si no miras, no puedes amar. Cuanto veas, tanto amarás, y cuanto ames, tanto seguirás su voluntad y te vestirás de ella.”

Habrá que seguir batallando entonces, sin prisa y sin pausa, pero custodiando ese tesoro que se nos ha confiado: la profunda paz que jamás puede darnos ni comprender el mundo.

Mª Virginia Olivera de Gristelli. Extraído del blog Caritas in Veritate.

martes, 20 de enero de 2015

Elizabeth nos cuenta...



Empiezo hoy a subir textos de Elizabeth Leseur por su profundidad y actualidad en este mundo en el que es tan necesario dar la vida por los que amamos, como poco.
 Ella dió su vida por su marido ateo, para salvar su alma.
Dios recibe y aprueba este pacto llevándosela muy pronto al Cielo, después de mucho padecer.
A cambio Dios hará que su marido encuentre la fe, dándose posteriormente a la vida religiosa.
Elizabeth recibió con creces su deseo.


29 marzo 1900.

" Larga conversación anoche con los O.P.D. A muchas de las personas de la generación actual les falta un ideal; todos necesitamos ser guiados y arrastrados por un móvil más grande que nosotros. No hay cosa más bella que la armonía de una existencia humana, cuando las acciones, grandes o humildes, son el fruto de un pensamiento profundo; cuando todo: corazón, inteligencia y voluntad, tienden a un único fín; cuando el amor de Dios se ha apoderado del alma y la ha transformado; cuando esta armonía es el resultado de un prolongado trabajo interior, con frecuencia doloroso, pero siempre fecundo, que trueca a esta alma en "una obra acabada" divinamente bella".

Elizabeth Leseur. Diario.

lunes, 19 de enero de 2015

"No necesitan médico los sanos, sino los enfermos"


- ¿A mí me dices, Señor? 
- Sí, quiero hacer de tí un hombre nuevo.



"Dice el apóstol Pablo:"Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revestíos del hombre nuevo" (Col 3, 9-10)... Ésta ha sido la obra que Cristo llevó a cabo llamando a Leví; le ha devuelto su verdadero rostro y ha hecho de él un hombre nuevo. Es también por este título de hombre nuevo que el antiguo publicano ofrece a Cristo un banquete, porque Cristo se complace en él y merece tener su parte de felicidad estando con Cristo... Desde aquel momento le siguió feliz, alegre, desbordante de gozo.

"Ya no me comporto como un publicano, decía; ya no soy el viejo Leví; me he despojado de Leví revistiéndome de Cristo. Huyó de mi vida primera; sólo quiero seguirte a ti, Señor Jesús, que curas mis heridas. ¿Quién me separará del amor de Dios que hay en ti? ¿la tribulación? ¿la angustia? ¿el hambre? (Rm 8,35). Estoy unido a ti por la fe como si fuera con clavos, me has sujetado con las buenas trabas del amor. Todos tus mandatos serán como un cauterio que llevaré aplicado sobre mi herida; el remedio muerde, pero quita la infección de la úlcera. Corta, Señor, con tu espada poderosa la podredumbre de mis pecados; ven pronto a cortar las pasiones escondidas, secretas, variadas. Purifica cualquier infección con el baño nuevo."

"Escuchadme, hombres pegados a la tierra, los que tenéis el pensamiento embotado por vuestros pecados. También yo, Leví, estaba herido por pasiones semejantes. Pero he encontrado a un médico que habita en el cielo y que derrama sus remedios sobre la tierra. Sólo él puede curar mis heridas porque él no tiene esas heridas; sólo él puede quitar al corazón su dolor y al alma su languidez, porque conoce todo lo que está escondido."
San Ambrosio (c. 340-397), obispo de Milán y doctor de la Iglesia
Comentario a Lucas, 5, 23.27

martes, 13 de enero de 2015

“Jesús lo increpó diciendo: Cállate, sal de este hombre!” (Mc 1,25)



“La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que una espada de doble filo.” (Hb 4,12) Toda la grandeza, la fuerza y la sabiduría de la Palabra de Dios se muestra aquí por el apóstol a todos los que buscan a Cristo, Palabra, fuerza y sabiduría de Dios... Cuando se predica esta Palabra de Dios, por la predicación la palabra exterior, pronunciada y escuchada se reviste del poder de la Palabra acogida en el interior. Entonces, los muertos resucitan, (Lc 7,22) y este testimonio hace surgir nuevos hijos de Abrahán. (Mt 3,9) Esta Palabra es palabra viva. Viviente en el corazón del Padre, viviente en los labios del predicador y viviente en los corazones llenos de fe y de amor. Y como es Palabra viva no hay duda de su eficacia.

La Palabra actúa con eficacia en la creación del mundo, en su gobierno y en su redención. ¿Qué puede haber de más eficaz o más fuerte que ella? “Cantad las proezas del Señor, su poder!” (cf Sal 105,2) La eficacia de esta Palabra se manifiesta en sus obras, se manifiesta también en la predicación. “No tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié.” (Is 55,11)

La Palabra es, pues, eficaz y más penetrante que una espada de doble filo cuando se la recibe con fe y amor. En efecto ¿qué hay de imposible para quien cree, y qué hay de duro para aquel que ama?"

Baudoin de Ford (¿-c. 1190), abad cisterciense, después obispo
Homilía sobre Hb 4,12; PL 204, 451-453

viernes, 9 de enero de 2015

“Viendo el trabajo con que remaban…, va hacia ellos”



"Los apóstoles atraviesan el lago. Jesús, está solo en tierra, mientras que ellos se agotan remando sin lograr avanzar, porque el viento le es contrario. Jesús ora y en su oración les ve esforzarse por adelantar. Va, pues, a su encuentro. Está claro que este texto está lleno de simbolismos eclesiológicos: los apóstoles en el mar y contra el viento, y el Señor junto al Padre. Pero lo que es determinante es que en su oración, cuando está “junto al Padre”, no está ausente, sino que, muy al contrario, es orando que les ve. Cuando Jesús está junto al Padre, está presente a su Iglesia. El problema de la venida final de Cristo aquí se profundiza y transforma de manera trinitaria: Jesús ve a la Iglesia en el Padre y, por el poder del Padre y por la fuerza de su diálogo con él, está presente, junto a ella. Es, precisamente, este diálogo con el Padre cuando “está en la montaña” lo que le hace presente, y a la inversa. La Iglesia, por así decir, es objeto de la conversación entre el Padre y el Hijo, pues ella misma esta anclada en la vida trinitaria".

Cardenal José Ratzinger [Benedicto XVI, papa de 2005 a 2013]
El Dios de Jesucristo

viernes, 19 de diciembre de 2014

San José, modelo de escucha





"El silencio de san José es un silencio impregnado de la contemplación del misterio de Dios, en una actitud de disponibilidad total a las voluntades divinas. En otras palabras, el silencio de san José no manifiesta un vacío interior, sino por el contrario, una plenitud de fe que lleva en su corazón, y guía cada uno de sus pensamientos y cada una de sus acciones. Un silencio gracias al cual José, al unísono con María, conserva la Palabra de Dios, conocida a través de las Santas Escrituras, confrontándolas permanentemente con los acontecimientos de la vida de Jesús; un silencio entretejido de oración continua, de bendición del Señor, de adoración de su voluntad y de confianza absoluta en su providencia.

¡Dejémonos «contaminar» por el silencio de san José! Tenemos necesidad de ello en un mundo a menudo tan ruidoso que no favorece en absoluto el recogimiento y la escucha de la voz de Dios. En este tiempo de preparación a la Navidad, cultivemos el recogimiento interior, para acoger y conservar a Jesús en nuestra vida".

Benedicto XVI, papa.

martes, 9 de diciembre de 2014

"Venid a mí todos los que estáis agobiados...”




"Atravesamos esta vida en medio de la ignorancia y la inseguridad. Nuestro viaje por este mundo nos ha cargado con un pesado fardo de negligencia culpable... De repente, sin esperarlo, hacia oriente, hemos descubierto un manantial de agua viva. Mientras nos apresuramos para llegar hacia la fuente, la voz de Dios nos llega con gran clamor: “Venid por agua todos los sedientos” (Is 55,1) Al vernos llegar, cargados con pesadas cargas, la voz nos insiste: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, yo os aliviaré.”(Mt 11,29)Y cuando hemos escuchado esta voz llena de bondad, hemos tirado nuestras cargas al suelo. Angustiados por la sed nos hemos tendido por tierra para llegar, ávidos de alivio, a la fuente. Hemos bebido hasta saciarnos y nos hemos levantado, renovadas nuestras fuerzas.

Después de habernos levantado, nos hemos quedado junto a la fuente, estupefactos por la desmesura de nuestra alegría. Miramos el yugo que habíamos arrastrado a lo largo del camino y toda la carga que nos oprimía hasta morir... Mientras estábamos absorbidos por estas consideraciones, de nuevo escuchamos la voz que venía de la fuente de la vida: “Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.” (Mt 11,30) Al oír estas palabras nos dijimos unos a otros: “No nos echemos atrás después de haber encontrado la vida, gracias a esta fuente... No nos carguemos de nuevo el peso de nuestros pecados que habíamos tirado lejos de nosotros mientras íbamos hacia la fuente del bautismo... Ahora hemos recibido la sabiduría de Dios... Por la voz del Señor hemos sido invitados al reposo.”

Regla del Maestro (regla monástica del s. VI)

Dios nos atrae con sus caricias


El Hijo de Dios viene a nuestro encuentro






"Imaginaos la desolación de un pobre pastor cuya oveja se ha extraviado. Por todos los pueblos vecinos se oye la voz de este desdichado que, habiendo abandonado al grueso del rebaño, corre por los bosques y colinas, pasa a través de espesuras y matorrales, lamentándose y gritando con todas sus fuerzas, no pudiendo resignarse a volver sin que haya encontrado su oveja y llevarla al aprisco.

Eso es lo que hizo el Hijo de Dios cuando los hombres, por su desobediencia, se alejaron de la conducta señalada por su Creador; bajó a la tierra y no ahorró cuidados ni fatigas para devolvernos al estado del que habíamos caído. Es lo que todavía hace todos los días con los que se alejan de él por el pecado; les sigue, por así decir, sus huellas, llamándolos sin cesar hasta que vuelven al camino de la salvación. Y ciertamente, si no hubiera actuado así, sabéis bien lo que habría sido de nosotros después del primer pecado mortal; nos sería completamente imposible de volver al camino. Es preciso que sea él quien actúe primero, que nos presente su gracia, que nos persiga, que nos invite a tener piedad de nosotros mismos, sin lo cual nunca se nos hubiera ocurrido pedirle misericordia…

El ardor con que Dios nos persigue es, sin duda, efecto de una misericordia muy grande. Pero la dulzura con que viene acompañado este celo, nos muestra una bondad todavía más admirable. Sin embargo, y a pesar del deseo extremo que tiene de hacernos regresar, no usa jamás la violencia, sino que usa tan sólo los caminos de la dulzura. No veo ningún pecador, en toda la historia del Evangelio, que haya sido invitado a la penitencia por otro medio que el de las caricias y beneficios".

San Claudio de la Colombière (1641-1682), jesuita
Sermón predicado en Londres ante la duquesa de Cork

jueves, 4 de diciembre de 2014

"Ten piedad de nosotros, Hijo de David"



“La Palabra era la luz verdadera, que con su venida al mundo ilumina a todo hombre.” (Jn 1,9)

El día que hizo el Señor (cf Sal 118,24) penetra todo, contiene todo, abarca a la vez cielo y tierra y abismos. Cristo, la luz verdadera no se detiene ante los muros ni se quebranta por los elementos, ni se oscurece ante las tinieblas. La luz de Cristo es día sin ocaso, día sin fin; por todas partes resplandece, por todas partes penetra, en todas partes permanece. Cristo es el día, según el apóstol: “La noche está muy avanzada y el día se acerca.” (Rm 13,12) La noche está avanzada, dice, precede el día. Comprended aquí que desde que la luz de Cristo aparece, las tinieblas del diablo se dispersan y la noche del pecado se desvanece; el esplendor eterno echa fuera las sombras pasadas y cesa el progreso maléfico del mal.

La Escritura afirma que la luz de Cristo ilumina el cielo, la tierra y los abismos. Brilla sobre la tierra: “El es la luz verdadera que ilumina a todo hombre.” (Jn 1,9) Brilla en los abismos: “A los que habitan en tierra de sombras una luz les ha brillado.” (cf Is 9,1) Y en los cielos, permanece la luz de este día, como lo dice David: “Su linaje será eterno; su trono como el sol en mi presencia.” (Sal 89,37)

San Máximo de Turín (¿- c.420), obispo de Turin
Homilía sobre el salmo 14; PL 57, 361-364)

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Alma fiel, prepara tu corazón






"Dice el Señor: El reino de Dios dentro de vosotros está (Lc 17, 21). Conviértete a Dios de todo corazón, y deja ese miserable mundo, y hallará tu alma reposo.
Aprende a menospreciar las cosas exteriores y darte a las interiores, y verás que se vienen a ti el reino de Dios. Pues el reino de Dios es paz y gozo en el Espíritu Santo (Rm 14, 17), que no se da a los malos.

Si preparas digna morada interiormente a Jesucristo, vendrá a ti, y te mostrará su consolación. “Toda su gloria y hermosura está en lo interior” (Sal 44, 14 Vulg.), y allí se está complaciendo. Su continua visitación es con el hombre interior; con él habla dulcemente, tiene agradable consolación, mucha paz y admirable familiaridad.

Ea, pues, alma fiel, prepara tu corazón a este Esposo para que quiera venirse a ti, y hablar contigo. Porque él dice así: “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y vendremos a él y haremos en él nuestra morada” (Jn 14, 23)… El amante de Jesús y de la verdad, y el hombre verdaderamente interior y libre de las aflicciones desordenadas, se puede volver fácilmente a Dios, y levantarse sobre sí mismo en el espíritu, y descansar gozosamente… El hombre interior presto se recoge; porque nunca se entrega todo a las cosas exteriores. No le estorba el trabajo exterior, ni la ocupación necesaria a tiempos; sino que así como suceden las cosas, se acomoda a ellas… El que está interiormente bien dispuesto y ordenado, no cuida de los hechos famosos y perversos de los hombres… Si desprecias las consolaciones de fuera, podrás contemplar las cosas celestiales, y gozarte muchas veces dentro de ti".

Imitación de Cristo, tratado espiritual del siglo XV

domingo, 16 de noviembre de 2014

«El ciego recuperó la vista y siguió a Jesús, glorificando a Dios»



"Tengo un tesoro tan grande, querida hermana… Quisiera dar gritos de alegría y decirle a toda la creación…, alabad al Señor…, amad al Señor…, es tan bueno, es tan grande…, es Dios. […] El mundo no ve; es ciego y Dios necesita amor, mucho amor. Yo no puedo darle todo, soy pequeño, me vuelvo loco. Quisiera que el mundo le amase, pero el mundo es su enemigo.

Señor, qué suplicio tan grande; yo lo veo y no lo puedo remediar… Yo soy muy pequeño, insignificante, el amor que te tengo me abruma. Quisiera que mis hermanos, mis amigos, todos, te amasen mucho, […].

Qué pena da el ver a los hombres que, al ver pasar a la comitiva de Jesús y sus discípulos, permanecen insensibles… Qué alegría tendrían los apóstoles y los amigos de Jesús, cada vez que un alma veía claramente, se desprendía de todo y se unía a ellos y seguía al Nazareno, que lo único que pedía era un poco de amor.

¿Vamos nosotros a seguirle, querida hermana?... Él ve nuestra intención y nos mira, se sonríe y nos ayuda… Nada hay que temer. Iremos para ser los últimos de la comitiva que pasa por tierras de Judea, calladitos, pero alimentados con un amor enorme, inmenso a Jesús… Él no necesita ni palabras, ni ponernos a su alcance para que nos vea, ni grandes obras ni nada que llame la atención… Ser los últimos amigos de Jesús, pero los que más le quieren".

San Rafael Arnáiz Barón (1911-1938), monje trapense español
Carta a su tía, 16/11/1935 (Obras completas - Editorial Monte Carmelo, p. 423-424, 426 - §355 y 358)

viernes, 14 de noviembre de 2014

CÓMO LEGALIZAR EL CANIVALISMO


Dios nos conceda su Gracia para no caer en la trampa.





En la actual sociedad de la tolerancia, que no tiene ideales fijos y, como resultado, tampoco una clara división entre el bien y el mal, existe una técnica que permite cambiar la actitud popular hacia conceptos considerados totalmente inaceptables.
Esta técnica, llamada 'la ventana Overton' y que consiste en una secuencia concreta de acciones con el fin de conseguir el resultado deseado, "puede ser más eficaz que la carga nuclear como arma para destruir comunidades humanas", opina el columnista Evgueni Gorzhaltsán. 


En su artículo en el portal Adme, pone el ejemplo radical de cómo convertir en aceptable la idea de legalizar el canibalismo paso a paso, desde la fase en que se considera una acción repugnante e impensable, completamente ajena a la moral pública, hasta convertirse en una realidad aceptada por la conciencia de masas y la ley. Eso no se consigue mediante un lavado de cerebro directo, sino en técnicas más sofisticadas que son efectivas gracias a su aplicación coherente y sistemática sin que la sociedad se dé cuenta del proceso, cree Gorzhaltsán. 




Primera etapa: de lo impensable a lo radical
Obviamente, actualmente la cuestión de la legalización del canibalismo se encuentra en el nivel más bajo de aceptación en la 'ventana de posibilidades' de Overton, ya que la sociedad lo considera como un fenómeno absurdo e impensable, un tabú. 


Para cambiar esa percepción, se puede, amparándose en la libertad de expresión, trasladar la cuestión a la esfera científica, pues para los científicos normalmente no hay temas tabú. Por lo tanto, es posible celebrar, por ejemplo, un simposio etnológico sobre rituales exóticos de las tribus de la Polinesia y discutir la historia del tema de estudio y obtener declaraciones autorizadas sobre el canibalismo, garantizando así la transición de la actitud negativa e intransigente de la sociedad a una actitud más positiva. 


Simultáneamente, hay que crear algún grupo radical de caníbales, aunque exista solo en Internet, que seguramente será advertido y citado por numerosos medios de comunicación. Como resultado de la primera etapa de Overton, el tabú desaparece y el tema inaceptable empieza a discutirse. 




Segunda etapa: de lo radical a lo aceptable 
En esta etapa, hay que seguir citando a los científicos, argumentando que uno no puede blindarse a tener conocimientos sobre el canibalismo, ya que si alguna persona se niega a hablar de ello será considerado un hipócrita intolerante. 


Al condenar la intolerancia, también es necesario crear un eufemismo para el propio fenómeno para disociar la esencia de la cuestión de su denominación, separar la palabra de su significado. Así, el canibalismo se convierte en 'antropofagia', y posteriormente en 'antropofilia'. 


Paralelamente, se puede crear un precedente de referencia, histórico, mitológico, contemporáneo o simplemente inventado, pero lo más importante es que sea legitimado, para que pueda ser utilizado como prueba de que la antropofilia en principio puede ser legalizada. 




Tercera etapa: de lo aceptable a lo sensato 
Para esa etapa, es importante promover ideas como las siguientes: "el deseo de comer personas está genéticamente justificado", "a veces una persona tiene que recurrir a eso, si se dan circunstancias apremiantes" o "un hombre libre tiene el derecho de decidir qué come". 


Los adversarios reales a esos conceptos, es decir, la gente de a pie que no quiere ser indiferente al problema, intencionadamente se convierten para la opinión pública en enemigos radicales cuyo papel es representar la imagen de psicópatas enloquecidos, oponentes agresivos de la antropofilia que llaman a quemar vivos a los caníbales, junto con otros representantes de las minorías. 


Expertos y periodistas en esta etapa demuestran que durante la historia de la humanidad siempre hubo ocasiones en que las personas se comían unas a otras, y que eso era normal. 




Cuarta etapa: de lo sensato a lo popular
Los medios de comunicación, con la ayuda de personas conocidas y políticos, ya hablan abiertamente de la antropofilia. Este fenómeno empieza a aparecer en películas, letras de canciones populares y videos. En esta etapa, comienza a funcionar también la técnica que supone la promoción de las referencias a las personajes históricos destacados que practicaban la antropofilia. 


Para justificar a los partidarios de la legalización del fenómeno se puede recurrir a la humanización de los criminales mediante la creación de una imagen positiva de ellos diciendo, por ejemplo, que ellos son las víctimas, ya que la vida las obligó a practicar la antropofilia. 




Quinta etapa: de lo popular a lo político
Esta categoría supone ya empezar a preparar la legislación para legalizar el fenómeno. Los grupos de presión se consolidan en el poder y publican encuestas que supuestamente confirman un alto porcentaje de partidarios de la legalización del canibalismo en la sociedad. En la conciencia pública se establece un nuevo dogma: "La prohibición de comer personas está prohibida." 


Esta es una técnica típica del liberalismo que funciona debido a la tolerancia como pretexto para la proscripción de los tabúes. Durante la última etapa del 'movimiento de las ventanas' de Overton de lo popular a lo político, la sociedad ya ha sufrido una ruptura, pues las normas de la existencia humana se han alterado o han sido destruidas con la adopción de las nuevas leyes. 


Gorzhaltsán concluye que el concepto de las 'ventanas de posibilidades', inicialmente descrito por Joseph Overton, puede extrapolarse a cualquier fenómeno y es especialmente fácil de aplicar en una sociedad tolerante en la que la llamada libertad de expresión se ha convertido en la deshumanización y donde ante nuestros ojos se eliminan uno tras otro todos los límites que protegen a la sociedad del abismo de la autodestrucción.






martes, 11 de noviembre de 2014

"Se arrojó a los pies de Jesús, dándole gracias."



"Te agradezco, oh Dios, por todas las gracias.
De las cuales me colmas continuamente,
Las que me iluminan como los rayos de sol,
Y con las cuales me indicas el camino seguro.

Gracias, oh Dios, por haberme creado,
Por haberme llamado a la existencia de la nada,
Y por grabar en mí Tu divino sello,
Y lo has hecho únicamente por amor.

Gracias, oh Dios, por el santo bautismo,
Que me insertó en la familia divina,
Es un gran e inconcebible don de la gracia,
Que nos transforma las almas.

Gracias, oh Señor, por la confesión,
Por esta fuente de grandísima misericordia,
Que es inagotable,
Por este manantial inconcebible de gracias,
En el cual blanquean las almas manchadas por el pecado.

Gracias, oh Jesús, por la Santa Comunión,
En la cual Tu Mismo Te nos das.
Siento Tu Corazón latir en mi pecho,
Mientras Tu Mismo desarrollas en mí la vida divina.

Gracias, oh Espíritu Santo, por el sacramento de la confirmación,
Que me arma Tu caballero
Y da fuerza al alma en cada momento,
Y me protege del mal.

Gracias, oh Señor, por el sacramento de la unción,
Que me fortificará en los últimos momentos
Para luchar y me ayudará a salvarme,
Y dará fuerzas al alma 
para que podamos gozar eternamente.

Gracias, oh Dios, por todas las inspiraciones,
De las cuales me colma Tu bondad,
Por estas iluminaciones interiores del alma,
Que es imposible expresar, pero que el corazón percibe.

Gracias, oh Santísima Trinidad, por esta inmensidad de gracias,
De las cuales me has colmado incesantemente durante toda la vida.
Mi gratitud crecerá al despuntar la eterna aurora,
Cuando por primera vez entone Tus alabanzas".


Santa Faustina Kowalska (1905-1938), religiosa 
Diario, 1286

lunes, 10 de noviembre de 2014

Perdonar siete veces cada día








«Sobrellevaos mutuamente con amor» (Ef 4,2). Es la misma ley de Cristo. Cuando percibo que mi hermano tiene algo incorregible, a causa de dificultades o enfermedades físicas o morales ¿por qué no soportarle con paciencia, por qué no consolarle de todo corazón, tal como dice la Escritura: «Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán» (Is 66,12)? ¿Será porque me falta aquella caridad que lo soporta todo, que es paciente para aguantarlo todo, indulgente para amar? (cf 1Co 13,7). Sea como sea esta es la ley de Cristo que en su Pasión «ha llevado nuestros sufrimientos» y según su misericordia «ha cargado con nuestros dolores» (Is 53,4), amando a los que soportaba, soportando a los que amaba.

Por el contrario, aquél que se muestra agresivo frente a su hermano que se encuentra con alguna dificultad, aquél que tiende una trampa a su debilidad, sea la que sea, manifiestamente se somete a la ley del diablo y la cumple. Seamos, pues, mutuamente compasivos y llenos de amor fraterno, soportemos las debilidades y persigamos los vicios... cualquier forma de vida que nos permita percatarnos muy sinceramente del amor a Dios y, por él, al amor del prójimo –sea cual sea el hábito y las observancias- es muy agradable a Dios.

Isaac de Stella (¿-c.1171), monje cisterciense
Sermón 31 : PL 194, 1792-1793

sábado, 8 de noviembre de 2014

Cristo purifica la fe a través de la prueba



Mons. Athanasius Schneider concedió una entrevista Izabella Parowicz para PCH24, Polonia Christiana, de la que ofrecemos amplios extractos según los temas tratados:

Sínodo

«Durante el Sínodo, hubo momentos de evidente manipulación por parte de algunos clérigos con puestos clave en la estructura editorial y rectora del Sínodo. El informe provisional (Relatio post disceptationem) era claramente un texto prefabricado […] En las secciones sobre homosexualidad, sexualidad y los «divorciados vueltos a casar», el texto representa una ideología neopagana radical. […] Gracias a Dios y a las plegarias de los fieles de todo el mundo, un número considerable de padres Sinodales rechazaron decididamente esa agenda. Es una agenda que refleja la moralidad general corrupta y pagana de nuestra época, que está siendo impuesta mundialmente mediante la presión política y a través de los casi todopoderosos medios de comunicación oficiales, leales a los principios de la ideología mundial de género. Este documento sinodal, aunque sólo fuera provisional, constituye una auténtica vergüenza y una indicación de la medida en que el espíritu del mundo anticristiano ha invadido niveles importantes de la vida de la Iglesia. […] Por fortuna, el Mensaje de los Padres Sinodales es un documento verdaderamente católico, que esboza la verdad divina sobre la familia sin silenciar las raíces profundas de los problemas, es decir, la realidad del pecado. Ofrece ánimo y consuelo auténticos a las familias católicas».

Mandamiento divino irrevocable

«Un mandamiento divino, el sexto mandamiento, y la indisolubilidad absoluta del matrimonio sacramental, una regla de derecho divino, significan que los que se encuentran en estado de pecado grave no pueden ser admitidos a la Sagrada Comunión. Esto lo enseña San Pablo en su carta inspirada por el Espíritu Santo (1Co 11,27-30) y no puede someterse a voto, igual que la divinidad de Cristo nunca se sometería a voto. Una persona que sigue estando unida por el vínculo indisoluble del matrimonio sacramental y que, a pesar de ello, vive en cohabitación estable con otra persona, por precepto divino no puede ser admitida a la Sagrada Comunión. Hacer lo contrario sería una declaración pública por parte de la Iglesia, legitimando perversamente la negación de la indisolubilidad del matrimonio cristiano y, al mismo tiempo, aboliendo el sexto mandamiento de la Ley de Dios: No cometerás adulterio. Ninguna institución humana, ni siquiera el Papa o un Concilio Ecuménico, tiene la autoridad y la competencia para anular, ni siquiera de forma ligera o indirecta, uno de los diez mandamientos o las palabras divinas de Cristo: Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre (Mt 19,6)

Es indigno someter a votación la verdad divina

«El intento de someter a votación la verdad divina y la Palabra de Dios es indigno de los que, como representantes del Magisterio, deben transmitir celosamente, como siervos buenos y fieles (cf. Mt 24, 45) el depósito divino. Al admitir a los «divorciados vueltos a casar» a la Sagrada Comunión, esos obispos establecen una nueva tradición por su propia voluntad y vulnerando con ello el mandamiento de Dios, como Cristo reprochaba a los fariseos y a los escribas (cf. Mt 15,3). Y lo que es peor es el hecho de que esos obispos intentan legitimar su infidelidad a la Palabra de Cristo mediante argumentos como la «necesidad pastoral», la «misericordia», la «apertura al Espíritu Santo». No tienen reparo ni escrúpulo en pervertir de forma gnóstica el verdadero significado de esas palabras, denostando a los que se oponen a ellos y defienden el inmutable mandato divino y la verdadera Tradición como rígidos, escrupulosos o tradicionalistas».

Confusión doctrina entre sacerdotes y fieles

«Sólo aumentará la confusión doctrinal entre los sacerdotes y los fieles, al quedar en el aire que los mandamientos divinos, la Palabra de Cristo y la enseñanza del Apóstol Pablo están al albur de las decisiones humanas. […] Debemos creer firmemente que Dios disipará los planes de engaño, infidelidad y traición. Cristo maneja infaliblemente el timón de la barca de su Iglesia en medio de tal tormenta. Creemos y confiamos en el que dirige la Iglesia, Nuestro Señor Jesucristo, que es la Verdad».

Cristo purifica la fe a través de la prueba

«En este tiempo extraordinariamente difícil, Cristo está purificando nuestra fe católica, de modo que, a través de la prueba, la Iglesia brille aún más y sea realmente luz y sal para un mundo neopagano insípido, gracias a la fidelidad y a la fe simple y pura en primer lugar de los fieles, de los pequeños de la Iglesia, de la «ecclesia docta» (la Iglesia que aprende), que en nuestros días fortalecerá a la «ecclesia docens» (la Iglesia que enseña, es decir, el Magisterio), de forma similar a lo que ya ocurrió en el siglo IV»

Anima a los católicos a ser fieles al Catecismo

«Tenemos que animar a los católicos ordinarios a que sean fieles al Catecismo que han recibido, a que sean fieles a las claras palabras de Cristo en el Evangelio, a que sean fieles a la fe que sus padres y antepasados les transmitieron. Tenemos que organizar grupos de estudios y conferencias sobre la doctrina perenne de la Iglesia sobre el matrimonio y la castidad, invitando especialmente a los jóvenes y a las parejas casadas. Tenemos que mostrar la auténtica belleza de una vida en castidad, la auténtica belleza del matrimonio y la familia cristianos, el gran valor de la cruz y del sacrificio en nuestras vidas. Tenemos que presentar más ejemplos de los santos y de personas ejemplares que, a pesar de que sufrían las mismas tentaciones de la carne, la misma hostilidad y burlas del mundo pagano, con la gracia de Cristo tuvieron una vida feliz en castidad, en un matrimonio cristiano y en una familia».

Formar grupos de ayuda para la conversión y la santidad

«La fe, la fe católica y apostólica pura e íntegra, vencerá al mundo (cf. 1Jn 5,4). Tenemos que crear y promover grupos juveniles con el corazón puro, grupos de familias, grupos de esposos católicos, fieles a sus votos matrimoniales. Tenemos que organizar grupos que ayuden a las familias moral y materialmente rotas, grupos que asistan con su oración y buenos consejos a las parejas separadas, grupos y personas que ayuden a los «divorciados vueltos a casar» a comenzar una conversión seria, reconociendo con humildad su situación pecaminosa y abandonando con la gracia de Dios los pecados que vulneran el mandamiento de Dios y la santidad del sacramento del matrimonio. Tenemos que crear grupos que ayuden cuidadosamente a las personas con tendencias homosexuales a emprender el camino de la conversión cristiana, el camino feliz y hermoso de una vida casta, y en un momento dado les ofrezcan discretamente un remedio psicológico. Tenemos que mostrar y predicar a nuestros contemporáneos, en el mundo neopagano, la Buena Noticia liberadora de la enseñanza de Cristo: que los mandatos de Dios y el sexto mandamiento en particular son sabios y hermosos:La Ley del Señor es perfecta y es descanso del alma: el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón. La norma del Señor es límpida y da luz a los ojos (Sal 19(18),7-8)».

La Iglesia en Polonia defendió la verdad en el Sínodo

«Es un honor para el catolicismo polaco que el Presidente del episcopado, Su Excelencia el Arzobispo Gądecki, haya defendido con claridad y valor la verdad de Cristo sobre el matrimonio y la sexualidad humana, mostrándose como un verdadero hijo espiritual de San Juan Pablo II. El cardenal George Pell habló muy adecuadamente de la agenda progresista sobre la sexualidad y la supuesta motivación misericordiosa y pastoral para dar la Sagrada comunión a los «divorciados vueltos a casar» durante el Sínodo, diciendo que sólo es la punta del iceberg y una especie de caballo de Troya en la Iglesia».

Periodista y blogueros católicos, soldados de Cristo

«Que en el mismo seno de la Iglesia hay personas que socavan la enseñanza de Nuestro Señor se hizo evidente ante el mundo entero gracias al Internet y al trabajo de algunos periodistas católicos que no permanecieron impasibles ante lo que estaba ocurriendo con el tesoro de la fe católica. Me alegró comprobar que algunos periodistas católicos y blogueros de Internet se comportaban como buenos soldados de Cristo y alertaban de la agenda clerical que buscaba socavar la doctrina perenne de Nuestro Señor. Los cardenales, obispos, sacerdotes, familias católicas y jóvenes católicos tienen que decirse: me niego a ajustarme al espíritu neopagano de este mundo, aunque sean obispos y sacerdotes los que lo difundan; no aceptaré su uso falaz y perverso de la misericordia divina y del «nuevo Pentecostés»; me niego a ofrecer granos de incienso ante la estatua del ídolo de la ideología de género, ante el ídolo de los segundos matrimonios, de la cohabitación; aunque mi obispo lo haga, yo no lo haré; con la gracia de Dios, elegiré sufrir en lugar de traicionar la verdad plena de Cristo sobre la sexualidad humana y el matrimonio».

Obispos y cardenales que ofrecen incienso a ídolos neopaganos

«Es el testimonio lo que convencerá al mundo, no los maestros, como dijo el Beato Pablo VI en Evangelii nuntiandi. La Iglesia y el mundo necesitan urgentemente testigos intrépidos y francos de la verdad plena de los mandamientos y de la voluntad de Dios, de la verdad plena de las palabras de Cristo sobre el matrimonio. Los fariseos y escribas clericales modernos, esos obispos y cardenales que ofrecen granos de incienso ante los ídolos neopaganos de la ideología de género y la cohabitación, no convencerán a nadie para que crean en Cristo y ofrezcan sus vidas por Cristo.

San Juan Pablo II, el Papa de la familia

Veritas Domini manet in aeternum (Sal 116, la verdad del Señor permanece para siempre) yCristo es el mismo ayer, hoy y siempre (Hb 13,8) y la Verdad os hará libres (Jn 8,32). Esta última frase era una de las citas bíblicas favoritas de San Juan Pablo II, el papa de la familia. Podemos añadir que la verdad divina revelada e inmutable sobre la sexualidad humana y el matrimonio que se nos ha transmitido proporcionará auténtica libertad a las almas dentro y fuera de la Iglesia. En medio de la crisis de la Iglesia y del mal ejemplo moral y doctrinal de algunos obispos de su tiempo, San Agustín consolaba a los fieles sencillos con estas palabras: «Seamos como seamos los obispos, vosotros estáis a salvo, porque tenéis a Dios como Padre y a su Iglesia como Madre « (Contra litteras Petiliani III, 9, 10)».

Biografía de Mons. Schneider

Anton Schneider nació en Tokmok, (Kirghiz, Antigua Unión Soviética). En 1973, poco después de recibir su primera comunión en la mano del Beato Oleksa Zaryckyj, presbítero y mártir, marchó con su familia a Alemania. Cuando se unió a los Canónigos Regulares de la Santa Cruz de Coimbra, una orden religiosa católica, adoptó el nombre de Athanasius (Atanasio). Fue ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1990. A partir de 1999, enseñó Patrología en el seminario María, Madre de la Iglesia en Karaganda.

El 2 de junio de 2006 fue consagrado obispo en el Altar de la Cátedra de San Pedro en el Vaticano por el Cardenal Angelo Sodano. En 2011 fue destinado como obispo auxiliar de la Archidiócesis de María Santísima en Astana (Kazajistán), que cuenta con cerca de cien mil católicos de una población total de cuatro millones de habitantes. Mons. Athanasius Schneider es el actual Secretario General de la Conferencia Episcopal de Kazajistán.

PCH24/InfoCatólica